La escultura contemporánea celebra la vida – Germán Arzate Garza

En el arte y en el proceso de realizar una escultura contemporánea la celebración es un papel sumamente importante. Para muchos celebrar es emborracharse o fumar o tener mucho dinero y así sucesivamente comprar algo.
Para todos es algo físico.

Para el artista que se dedica a trabajar en una escultura contemporánea celebrar es poder encontrar o darle sentido a un sueño, una emoción un sentimiento, la aportación estética artística de un artista al mundo, el poder expresar plasmar, sentir y gozar cómo fluye una idea a través de tus sentidos, cómo a través de tus manos y emoción puedes plasmarla…

Ahí es donde empieza la celebración, no cuando terminas una escultura de bronce, a veces es un chispazo, es una imagen que aparece frente a ti. El arte de la escultura contemporánea mira formas, no importa si es una nube o un pedazo de arcilla, si es un material o algo existente, la idea puede llegar en una película, al estar hablando con alguien, viendo fotos o en un sueño. Así empieza la celebración puesto que eso te da una satisfacción tremenda.

Para el artista, la celebración se vive de diferentes formas.

Para un artista, la celebración no es algo que se realiza al minuto de terminar una obra, sino desde la idea, desde el primer pensamiento de cómo hacer una estructura, cómo hacer la plastilina, cómo darle acabado y texturas a la escultura contemporánea. Cuando logras que una escultura contemporánea haga eso, estás en un nivel avanzado donde puedes entenderte con tus obras.

Y es muy satisfactorio también cuando puedes presentarlas y ver la reacción de la gente al mirarlas. Pero eso es parte de un juego en el que puede intervenir el ego: “admirenme porque soy bueno ahí es donde viene la confusión”. El artista creador de escultura contemporánea, no puede perder el piso. Debes recordar tu don, el don de revelar esa forma a la mirada. Tu legado.

Recordamos que las piezas de arte en la antigüedad no venían firmadas. Firmar es muy reciente en la escultura contemporánea. Hoy por hoy que un artista celebre es interesante pero no debe perder el piso y debe poder controlar el éxito. Debe saber que así sus esculturas de bronce se queden en sus salas o estén en el Louvre, él debe sentir la misma celebración.

Que la celebración de hacer algo posible es lo que cuenta. El juego de la vida para el artista a veces es complejo porque tiene que trabajar con emociones cruzadas, el juego de la vida es a veces muy cruel con el escultor. Debe reconocer entre lo mundano y lo material.

La celebración es hermosa tiene su momento y su porqué, a veces se puede celebrar por nada. Puedes acariciar una piel y estás celebrando en tu mente. Puedes acariciar una flor, dándole forma en una escultura contemporánea, o viendo un atardecer, la celebración siempre está presente.

El artista celebra de diferentes maneras, le gustan los amigos, la bohemia la música, sabe apreciar las bellas artes o se sabe diferente. Todos los artistas de la escultura contemporánea deben celebrar el hecho de que pueden embellecer el mundo y que tiene un compromiso.

Si no contribuyes, tampoco destruyas.

El juego de la vida es interesante y el artista de escultura contemporánea debe saber moverse como pez, se le deben resbalar muchas cosas que son parte del arte pero no necesariamente de la celebración. Hay historias de artistas que no saben equilibrar, hay que aprender a manejar el ego y decir “si se puede o no se puede.” A mi en lo particular la celebración es algo que puede existir y te puedo decir que la celebración es una de las cosas más hermosas que existen.

Te quiero presentar algunas de las esculturas contemporáneas que he hecho y que tratan de ofrecer una idea de cómo celebro la vida.

TORTUYO
Tortuyo es la simbiosis entre un animal y el ser humano, un animal como una tortuga y el humano que podría ser tú o yo. Una simbiosis entre una tortuga longeva con el ser humano. Todo mundo quiere vivir mucho tiempo, pero para lograrlo debes caminar con paso firme y constante. Más que dar pasos rápidos, eficaces. Esta escultura es la simbiosis de una tortuga como un ser que camina hasta donde quiere llegar y así podemos ser tú o yo, de ahí su nombre: Tortuyo. ¿

UNO
UNO pertenece a la serie mística de mis esculturas y tiene gran significado para mi ya que lo que represento en esta piezas contemporáneas una búsqueda, un camino y una esencia del humano que en este caso se representa en la unión de un hombre y un caracol. Como un cangrejo ermitaño. Primero es el caracol. Ahí empieza su significado. Tiene un inicio en la punta como todo inicio de la vida y luego comienza la espiral de hendiduras y picos.

Las hendiduras y picos nos dicen que así es la vida. Cada hendidura es un reto o una decepción y cada pico un éxito y a la vez un problema. La dualidad es esta espiral, cada espiral es un año, cada espiral es un momento y algo que te va marcando, esa espiral va creciendo conforme avanzas en la vida, las hendiduras son profundas o más largas pero se hacen más bellas. Los picos se hacen grandes, hermosos a la vez hermosos y firmes, sólidos.

Quise hacer ver al humano viviendo en un caracol, como un ermitaño y que como ermitaños ocupamos un pedazo de vida.A veces queremos salir a ver lo que hay afuera, la representación de este humano, uno, el uno mismo que somos. La palabra uno nos refiere a mi a ti, a uno mismo.

Todo eso quiero regalar con esta escultura contemporánea.